viernes, 28 de septiembre de 2018

Investigadores descubren un reactor nuclear de 2 mil millones de años en África

En 1972, un trabajador de una planta de procesamiento de combustible nuclear notó algo sospechoso en un análisis de rutina de uranio obtenido de una fuente mineral de África. Como en el caso de todo el uranio natural, el material en estudio contenía tres isótopos: tres formas con diferentes masas atómicas: uranio 238, la variedad más abundante; uranio 234, el más raro; y uranio 235, el isótopo que puede mantener una reacción en cadena nuclear. Durante semanas, los especialistas de la Comisión Francesa de Energía Atómica (CEA) se quedaron perplejos
En otras partes de la corteza terrestre, en la luna e incluso en meteoritos, podemos encontrar átomos de uranio 235 que constituyen solo el 0,720 por ciento del total. Pero en las muestras que se analizaron, que provenían del depósito Oklo en Gabón, una antigua colonia francesa en África occidental, el uranio 235 constituía solo el 0,717 por ciento. Esa pequeña diferencia fue suficiente para alertar a los científicos franceses de que había algo muy extraño con los minerales. Estos pequeños detalles llevaron a nuevas investigaciones que demostraron que al menos una parte de la mina estaba muy por debajo de la cantidad estándar de uranio 235: unos 200 kilogramos parecen haber sido extraídos en el pasado distante, hoy, esa cantidad es suficiente para que la mitad docena de bombas nucleares. Pronto, investigadores y científicos de todo el mundo se reunieron en Gabón para explorar lo que estaba sucediendo con el uranio de Oklo.
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Lo que fue el fondo en Oklo sorprendió a todos los que se reunieron allí, el sitio donde se originó el uranio es un reactor nuclear subterráneo avanzado que va más allá de las capacidades de nuestro conocimiento científico actual. Los investigadores creen que este antiguo reactor nuclear tiene alrededor de 1.800 millones de años y fue operado durante al menos 500.000 años en el pasado distante. Los científicos realizaron varias otras investigaciones en la mina de uranio, y los resultados se hicieron públicos en una conferencia de la Agencia Internacional de Energía Atómica. Según las agencias de noticias de África, los investigadores encontraron rastros de productos de fisión y desechos de combustible en varios lugares dentro de la mina.
Increíblemente, en comparación con este reactor nuclear masivo, nuestros reactores nucleares de hoy en día no son comparables tanto en diseño como en funcionalidad. Según los estudios, este antiguo reactor nuclear tenía varios kilómetros de longitud. Curiosamente, para un gran reactor nuclear como este, el impacto térmico hacia el medioambiente se limitó a solo 40 metros en los lados. Lo que los investigadores encontraron aún más sorprendente, son los desechos radiactivos que aún no se han movido fuera de los límites del sitio, ya que todavía se mantienen en su lugar gracias a la geología del área.

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